Travesías de 35mm. Los Simpson. La película.

Después de 18 temporadas en televisión, llega el mítico largometraje de la familia amarilla, que según algunos fanáticos, augura el final en la vida de estas caricaturas que recién alcanzaron la mayoría de edad. Todo un hito en la historia de la cultura popular, desde su surgimiento nos han acompañado con frases como "Ouch!" o "Ay caramba!" y más recientemente "Anda la osa", pero más allá de todo lo que representan en cuanto a humorismo y sátira social, me atrevo a asegurar categóricamente que quien diga nunca haber pronunciado la frase "cómo en los simpson" o "cómo en el capítulo donde Homero(o Bart, Lisa, Maggie, etc.)", quien niegue haber dicho eso, ¡MIENTE! Ese es el peso específico de esta animación bidimensional que en el salto a la pantalla grande mantiene esta característica como estandarte, aunque notablemente retocada para la llegada al gran formato. También mantiene el humor ácido y la crítica a la cultura norteamericana que tanto éxito le dio a la serie y que de alguna manera paradójica nos hace identificarnos en muchos aspectos de la vida. Se supone que la película revelaría muchas de las incógnitas generadas a lo largo de los años, como la localización geográfica de Springfield, el nombre del tipo de los comics etc; no hay tal revelación extrema, salvo por el aspecto de localización. Seguramente las opiniones son dividas, aquí, dos viajeros sin expectativas se encontraron con alrededor de hora y media de carcajadas en la noche de inauguración, para nosotros no fue ni un megacapítulote de hora y media ni tres pegados con una historia prolongada, fue algo intermedio que sólo Matt Groening era capaz de lograr. En la historia, para variar, Homero se mete en graves problemas y arrastra nuevamente a su familia que en un momento accede a escapar de Springfield hacia Alaska, poniendo a prueba su afecto y unión familiar. A final de cuentas como es costumbre también, se solucionan las cosas. El riesgo que llevaba implícito el reto de este largometraje era dejar satsifechos a todos los seguidores o por lo menos incluir la mayoría de aspectos que hacen famosa la serie, y obviamente lo primero era imposible. Sin embargo es en el armado de rompecabezas simpsoniano donde le otorgamos las palmas a la película; invitados especiales, sátira, incoherencia, trama, heroísmo y secuencias de humor puro, se combinan de una forma en la que nada parece poder quedar fuera, incluso los chistes totalmente absurdos como el trailer, terminan por encajar en la historia y convertirse en detalles importantes. Una buena recompensa para quienes puedan apreciar sin prejuicios a personajes tan queridos, porque a éstos son a los que se ama o se odia. En fin, como ya habíamos dicho, una noche de carcajadas que empezó nuevamente con dos ruedas y dos personas, y aunque la lluvia amenazó con dejarnos como sopas, bastó solamente el refugio de un buen café cubano para amainar todo tipo de desazón.